sábado, 3 de marzo de 2012

A las puertas de algo grande - Cash Luna



Dios tiene planes de paz y de bien para nosotros. Cuando piensa en cada uno de Sus hijos sonríe porque somos agradables para Él. El Señor desea que prosperemos y edifiquemos un buen futuro. Quiere que tengas tu propia casa, que trabajes, te esfuerces y produzcas mucho fruto. Además, desea que tengas una familia y que trabajes por la paz de la nación donde vives.

El plan de Dios incluye un bienestar total. Prosperidad no solo se refiere a lo económico, sino también al área emocional, espiritual, física, laboral y financiera. Su bendición es integral. Esta no es una época de destrucción, sino de edificación y bendición, es un tiempo de grandes comienzos, no finales desastrosos.  ¡Espera siempre lo mejor que está por venir!

La Palabra nos cuenta sobre el momento cuando el pueblo de Israel estaba a las puertas de la Tierra Prometida. Ellos habían recibido la promesa de esa tierra 400 años antes, desde tiempos de Abraham, pero aún no se había cumplido. Hay diferentes tipos de promesas del Señor. Algunas se alcanzan pronto y otras toman más tiempo, a veces meses, años o generaciones enteras, pero Él necesita que le creamos porque abrimos brecha, recibamos y preparemos la bendición para los que vienen.

En ese momento decisivo, cuando el pueblo estaba a las puertas de la promesa, Dios inicia diciendo que Moisés, el gran líder de los israelitas, había muerto. Pero no les pide que se lamenten. Les dice que Josué tomará el lugar que dejó Moisés y los guiará. No habló del pasado sino del futuro. No esperes que el Señor te hable de la época pasada,  sobre lo bien o mal que te fue, ahora Él te habla de avanzar y conquistar porque Sus planes son de bien y estará contigo donde quiera que vayas.

El tiempo de la conquista de la Tierra Prometida había llegado, ya que 40 años antes tuvieron miedo de los gigantes que habitaban el lugar, por eso no pelearon y tuvieron que volver al desierto. Es similar a la situación que vives cuando le has creído a Dios por un buen trabajo o cliente y al tenerlo frente a ti, dudas y fallas. ¡No dudes más porque la indecisión provoca que la bendición se aleje!

En ese momento, cuando Moisés ha muerto y Josué asume el liderazgo, el pueblo cree en la promesa y está dispuesto a luchar contra esos gigantes que vieron antes y que continúan allí. La situación era la misma, pero ellos habían cambiado, estaban decididos, sentían seguridad en que Dios les daría la victoria. Debes estar seguro, ¡estamos a las puertas de algo grande! Puedes creerlo y tener miedo o sentirte seguro de la presencia del Señor quien te hará dar pasos fuertes y te ayudará a derrotar a tu enemigo. Recuerda las promesas que el Señor te ha dado, y di con toda confianza: “Este año las obtendré”.

Dios le dice a Josué que no lo abandonará, además, le pide que se esfuerce y sea valiente3. Una de las razones por las que muchos no conquistan el éxito es porque piensan que la fe sustituye al esfuerzo y se vuelven creyentes perezosos. Por el contrario, quienes realmente tienen fe dicen: “Me esfuerzo y trabajo porque creo que Dios quiere levantarme”. Él desea darte la Tierra Prometida pero pide que te esfuerces. Ante tal promesa no puedes quedarte sentado y ser el mismo de siempre, ¡levántate y ponte en acción! Este no es un tiempo para andar en parrandas y en pecado, no es momento para caer en tentación, este es un tiempo para mejorar tu conducta y demostrar que mereces la bendición que te ha prometido. Entonces, ocurrirá el cambio en tu vida, dejarás de ver tanta televisión, reducirás tiempo en el Facebook y  dedicarás más horas a leer Su Palabra. Este es un año para entregarte más a Dios, dominar tu carácter, conquistarte y conquistar lo que Él tiene delante de tus ojos.

Tal vez has fracasado, pero no puedes darte por vencido. Tal vez fallaste y tuviste miedo, pero el Señor te dice que desea formarte y prepararte para que triunfes. Los gigantes continúan igual, las promesas están esperándote, eres tú quien debe crecer, aprender, orar, adquirir sabiduría, escuchar consejo y abandonar los malos hábitos. ¡La conquista empieza dentro de ti, esfuérzate y sé valiente! Dale gracias al Señor por las bendiciones que ha preparado para ti. Prométele que cambiarás y serás mejor persona para merecer Sus pensamientos y deseos de bien. No lo dudes, ¡Este es el momento para alcanzar tus metas y bendiciones!

No hay comentarios:

Publicar un comentario